Testimonios

“He agradecido mucho el calor del grupo, la presencia de Laura Castellanos y sobretodo la conciencia de Emi. Creo que la propuesta es muy honesta porque no vende humo y descansa en lo más auténtico que se puede ofrecer. Me he sentido segura en el espacio y acompañada de verdad, no desde la teoría, ni desde el palique hueco newagefeminista, ni desde el asistencialismo puro y duro.

El taller tiene una estructura definida, que me ha permitido viajar parando en distintas paradas muy necesarias.  Ha cubierto con creces mi objetivo de poner algo de luz en una decisión que me estaba literalmente volviendo loca. Los momentos de displacer al pensar en la maternidad han ido reduciéndose estos meses, he podido avanzar en colocar dónde me sitúo frente a la no-maternidad, ampliar la mirada en los pros y contras que juegan a la hora de querer preñarme ( y cómo ) y también responsabilizarme de lo que hice, hago y haré.

Si te entregas al taller de verdad, considero que es una maravillosa palanca para colocarse y poner luz en la no-maternidad”.

PARTICIPANTE 2019-20

«Al principio no estaba segura de que el taller fuera para mí, porque yo ni siquiera he intentado quedarme embarazada. Pero en realidad este no es el único motivo para sufrir por no tener hijos, ya que, por diferentes circunstancias, puedes llegar a un punto en tu vida en el que ves que ya no serás madre, y eso te causa dolor. Reconocer ese dolor, y aceptarlo ha sido el primer paso. En el taller, aparte de compartir tu experiencia, y relativizarla viendo las de otras, algo que ya supone mucha liberación, aprendes más sobre ese dolor. Aprendes a ver y analizar los motivos de ese dolor: la influencia social, la influencia de tu maternaje (que te transmitió tu madre y abuela sobre la crianza de los hijos). Sobre todo, aprendes a ver cómo te has dejado de lado, y a empezar a quererte más. A mí me ha servido como un impulso para centrarme en otros proyectos, a sentir que también se puede vivir de otra forma, y ser feliz. No es que de repente ya no te vengan pensamientos o sentimientos de nostalgia hacia ese sueño. Pero estos son más suaves, y en ese momento, te paras a analizar el motivo del dolor, lo lloras si lo necesitas, lo aceptas, y ves lo bueno que tienes y sigues para adelante. Creo que el taller te da fuerza, motivos, y otra perspectiva para seguir con tu vida de una forma».

 

ELENA GÓMEZ

Mi nombre es Carolina Tienda, tengo 33 años y no soy madre. Hace casi 7 años me enamoré perdidamente del que hoy sigue siendo mi compañero y me lancé a la búsqueda de un hijo que sería el fruto de nuestro amor. La búsqueda de la maternidad ha sido un camino duro en mi caso, según iban pasando los meses, los años…Yo era paciente de Emi y sabía de la existencia de un grupo de terapia llamado “No soy madre”. Al principio fuí reacia a entrar en el grupo. Para mí significaba rendirme al hecho de ser mamá en algún momento. Lo que me hizo entrar en “No soy madre” fue darle cabida a un dolor que era real en mí, tener un espacio donde poder tratar aquello que me ocurría y que es tan difícil de sobrellevar una sola. La primera vez que me reuní con las chicas del grupo sentí que había sido una muy buena decisión, porque lo que allí pasó fue mágico. Hicimos un collage con imágenes que cada cual fue eligiendo (no quiero destripar la dinámica), y lo que percibí en ese momento fue la verdadera esencia femenina que emana de la mujer por el hecho de ser, y que poco tiene que ver con la maternidad. Como decía, en el grupo me encontré con la grandeza de ser mujer, compartí con otras mi dolor y fui testigo del de ellas. Mi mente se ha abierto desde entonces. Ya no sé si seré madre algún día, lo que sé es que ahora no lo busco. Sé que se puede ser feliz ó infeliz en cualquier contexto porque lo que importa no es tener ó carecer, lo significativo es el amor a uno y avanzar por la vida, con lo que la vida te ofrece y te enseña. Mi corazón también se ha expandido al igual que mi mente. Veo a mi pareja, nuestro día a día, nuestros amores y desencuentros, lo recorrido y las ganas de querer seguir andando uno junto al otro, y entiendo que ese es el verdadero fruto del amor. Desde mi experiencia recomiendo a todas las mujeres que sufren el silenciosos dolor de no ser madres, que aprendan enseñando a otras mujeres el camino de la libertad.

CAROLINA TIENDA

En el taller de Emi de la LLave «No soy madre» he encontrado un lugar donde sentirme segura y protegida para investigar lo que siento respeto a la maternidad.  Ahora sé por qué no soy madre. Ahora soy consciente de que son las decisiones y caminos que he tomado en mi vida los que me han conducido al momento en el que me encuentro. Junto a Emi he aprendido que la felicidad de mi vida y la de la cada mujer (y de cada ser humano) no depende de ser o no ser madre; depende de uno mismo.

MAITE NAVALES