Hoy por fín en el calendario está bien marcado el fin del invierno, el frío, la oscuridad, la muerte y el comienzo de la primavera, la luz, la alegría, el movimiento y la vitalidad.
Por hallarse el sol justo sobre el ecuador, la duración del día y de la noche es la misma. El equilibrio perfecto. Los rayos del sol son perpendiculares, a 90 grados de inclinación respecto al eje de rotación del planeta.
Estamos en época de renacimiento, de rejuvenecimiento, de renovación, de resurrección y de un nuevo crecimiento. Llegó por fin el equinocio de primavera, la Pascua Cristiana y también la celebración pagana de la diosa germana Ostara. El Sol en estos momentos entra en el signo de Aries, mi signo zodiacal. Sí… yo nací en primavera… y cada vez que llega esta época del año siento una profunda alegría y muchas ganas de renacer, como una resurrección al calor de la luz solar que este fin de semana he podido sentir dulcemente en mi rostro. Siento que al equipararse las horas de luz y oscuridad, existe también un equilibrio entre mi interior y el exterior, como cuando todo comienza.
Quiero animar a todos a dejar atrás todas aquellas cosas que nos impiden nuestro progreso hacia el bienestar y la abundancia, poder sepultar todo aquello que nos hace mal… obsesiones, ansiedades, estress y penumbras varias que nos atormentan.
Hoy estamos celebrando el reinicio de la vida tras un periodo prolongodo de oscuridad y frío. El calor de la primavera derrite la nieve y se inicia un nuevo ciclo. Cualquier evento, sentimiento, situación ó circunstancia helada, fría, oscura puede ser derretida y convertida a partir de ahora en algo más fructífero con el incremento de la luz solar, para resaltar aún más todo aquello que queremos y necesitamos crear, la energía de la promesa de la vida… y con esto no me refiero a un bebé ó una criatura necesariamente, sino a nuestro propio renacimiento. Es la época del año donde sembramos nuestros proyectos, en madurar el camino elegido por cada uno de nosotros.
Es el momento de devolverle algo a la naturaleza, algo de esa maravillosa energía a la “Madre Tierra”, plantar árboles, flores, plantas y bendiciones… cada árbol ó planta puede significar un proyecto ó los proyectos que cada uno de nosotros nos planteamos, la planta y nuestros nuevos retos irán creciendo junto a nuestros cuidados y atenciones.
Es tiempo de contactar con la naturaleza, un tiempo de equilibrio y cambio hacia la abundancia y exteriorización. Es una fiesta de amor, equilibrio y abundacia fantástica. No desaprovechemos este periodo.
Quiero a desearos a todos los lectores una pletórica primavera y un inicio del placer y la felicidad para aquellos y aquellas que han sufrido dolor este largo invierno.
Como me alegro que hayais empezado ese bonito y necesario grupo el día que empezó la primavera y que te inspirase para reposar las emociones de ese encuentro especial entre mujeres que necesitan acompañamiento para la crianza y posicionarse en un buen sitio para ellas. Como me entusiasma ver a personas como vosotras creciendo y favoreciendo espacios necesarios para que todas las mujeres, madres ó no nos encontremos en un bonito lugar con nosotras mismas y en el mundo. De las pacientes que he visto que querían ser madres, dos han conseguido tener a sus retoños y han sufrido posteriormente una crisis de maternidad importante. Finalmente, ser madre ó no serlo causa crisis de alguna manera en lo más profundo de nosotras mismas asi que os felicito inmensamente y me alegro que mis palabras puedan inspiraros. Que todos nuestros trabajos personales ayuden a acompañar a nuestras congeneres. Que así sea. Bendiciones, salud y alegría para vuestro proyecto bonitas.
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