Leo y escucho PARO DE MUJERES Y ENTRE MUJERES. Y me asaltan varios asuntos. Sobre cómo las mujeres no paramos. Está muy bien reivindicar a los gobiernos, estados y diferentes potestades nuestros derechos aunque además de esto, a mí me falta algo.
Quisiera de verdad saber cuántas mujeres van a parar el próximo miércoles y eso no les va a suponer una carga extra para el día siguiente.
Me surgen varias preguntas, ¿Cómo hacemos nosotras para parar en nuestra rutina?, ¿cómo nos ponemos límites nosotras y a los demás?, ¿pretendemos en demasiadas ocasiones llegar a todo… a la pareja, a cuidar a los hijos, a trabajar, tener independencia económica, atender a nuestras familias, amigos y vecinos, a cuidarnos y atender nuestro cuerpo y nuestro espíritu?, ¿viajar, ver mundo y vivir aventuras?, ¿Cuántas veces nos enfermamos con trastornos de ansiedad por querer llegar a todo?, ¿cuánta presión sentimos?, ¿cómo no sabemos rendirnos en muchas ocasiones y con tesón conseguimos logros a costa de nuestra salud?, ¿cuántas veces nuestros úteros son mancillados por doctoras fálicas prepotentes, “perfectas hijas del padre”, que nos tratan como ganado reproductor al que hay que hormonar infinidad de veces sin tener en cuenta nuestras circunstancias?, ¿cuántas veces no hemos seguido nuestros ciclos menstruales y escuchado a nuestro cuerpo tirando de nosotras sin escucharnos?, ¿cuántas veces hemos estado con una pareja ó tenido hijos, ó trabajamos sin parar para no sentirnos solas aunque eso me pudiera hacer enfermar?… ¿qué hemos soportado y no queríamos?, ¿cómo nos maltratamos y permitimos que lo hagan los demás?.
Siento que debe partir de nosotras mismas el poder darnos estos derechos, respeto y cuidados que como mujeres necesitamos en este mundo. Conozco a demasiadas mujeres que están divididas y desintegradas entre la maternidad y el mundo laboral y/ó profesional, entre el cuidado a las familias y/ó a los demás, sobre todo en profesiones de ayuda y el cuidado a nosotras mismas, entre nuestra independencia y nuestra dependencia emocional de nuestras parejas… demasiadas mujeres partidas y sufriendo por no poner límites en esa desintegración.
SIEMPRE AL LÍMITE EN NOMBRE DE ALGO BUENO PARA NOSOTRAS.
Está muy bien llenar las calles, los centros profesionales, políticos, sociales y culturales… En mi opinión, LLENAR a veces es el problema… EL VACÍO siempre nos cuesta más. Llenarnos de tareas, quehaceres, personas, objetos. Nos llenamos de lemas, de opiniones, de luchas, de buenas intenciones… y si nos quedamos vacías ¿¿qué pasa???.
No creo que sepamos cuidarnos y respetarnos como necesitaríamos y creo que es lo primero que tendríamos que mirar dentro antes de aclamar fuera.
Si de verdad es un PARÓN que lo sea de verdad.
No me vale un día. Lo siento. Esto es un trabajo mucho más profundo, un proceso largo e incluso doloroso de ver y experimentar. Eso sí que sería romper males nuestros, siempre bajo mi punto de vista evidentemente. En muchas ocasiones el enemigo no está fuera sino muy profundamente dentro de nosotras.
Me siento absolutamente identificada con tus palabras y tu sentir con lo de no parar, es mucha la exigencia y cuidarnos conlleva atender ese parar, pero es un parar para los demás no para nosotras mismas. Porque yo no quiero para de hacer lo que quiero hacer, el tema es saber que es lo que yo quiero y que es lo que se espera de mí como mujer.
Para el auto cuidado hace falta unión, fuerza y leyes que nos protejan, solo para empezar. El resto es un trabajo del día a día, pero si te digo algo que a mí me ha servido…: pensar que esa media hora de paro es un símbolo que muchas mujeres estemos haciendo al mismo tiempo me da fuerza. Estar en la manifestación rodeada de mujeres cansadas, enfadadas, animadas, unidas, me da una energía y me ayuda a seguir aprendiendo a cuidarme. Sin ellas, sin todas ellas si estaría vacía, que no sola ni desolada.
Gracias.
Me gustaMe gusta