¿Puede durar siete meses una gestación? Claro que si. Yo nací sietemesina con 1,800 gr. Por mi manera de venir al mundo he tenido que luchar ya desde el vientre de mi madre y su embarazo para no morirme. Desde luego, yo se lo que es la resiliencia desde el inicio de los tiempos. Yo aprendí muy pronto cómo luchar y pelear para tener una buena vida y desde luego he de decir, que esa ha sido mi tónica habitual.
En el caso de encajar y querer tener una buena vida sin tener hijos también me siento un poco pionera, muy luchadora y con muchas ganas de vivir bien. Desde luego, desde ahí nació en el 2015 el primer grupo que llevé “NO SOY MADRE”. Desde entonces hasta hoy, tres son los grupos de mujeres que han pasado por trabajar y elaborarse ese acontecimiento de sus vidas.
Ayer, se cerró el tercer grupo de mujeres del grupo “SER MUJER Y NO SER MADRE”, en el que en esta ocasión me acompañó Laura Castellanos, dónde me he apoyado. Ayer fue como era de esperar un bonito día de despedida y cierre. Después de 7 meses donde esas mujeres valientes, preciosas, generosas, vivas, muy vivas y de una belleza sublime, pudieron darse cuenta de lo que les trajo a este grupo, pudieron ver su recorrido en estos 7 meses juntas, los encuentros, las valiosas palabras, sentimientos y “secretos” compartidos.
Recibí tanto, recibimos tanto… dí tanto, dimos tanto… que es una maravilla. El cuidado de unas y de otras. Siento que soy la cerilla que enciende la madera lista para arder y eso es lo que hago en ese grupo. Soy como el que pone los medios para fecundar, y la fecundación se da por sí sola, sin mucho que hacer y se genera toda una vida, una vida grupal extraordinaria y un nacimiento de flores maravillosas que ellas solitas salen al mundo como mujeres libres. No hay mucho más que hacer. Me doy cuenta que para nacer al mundo, en 7 meses, físicamente, embrionariamente ó como mujer adulta, sólo hay que querer, tener buenas matronas que ayudan y la vida te espera fuera. Eso es lo único que hay que hacer para nacer… es muy sencillo, a la par que misterioso y precioso.
Ayer, sentí que nacíais diferentes. Os deseo una buena vida, os deseo mucha calidad de vida, mucha alegría, disfrute, placer, goce y sabiduría. Os llevaré siempre en mi corazón. OS QUIERO. MIL GRACIAS A TODAS Y CADA UNA DE VOSOTRAS. Ana Isabel, Sonia, Marta, Nekane, Aroa, María, Carolina, Laura y María. Y por supuesto gracias a Laura Castellano que eres muy linda.
Aquí quiero dejar también una reflexión de Sonia Delgado, participante de este grupo que me ha emocionado. BUENA VIDA.
“Hoy he finalizado un taller que ha durado varios meses sobre la no maternidad. Ha sido tan enriquecedor que no puedo quedármelo solo para mí y por eso escribo estas palabras en esta red social, por si a alguna de mis contactos le resuena y sirve.
He conocido mujeres maravillosas que han compartido sus experiencias en el proceso de aceptar que no son madres, y me he dado cuenta de algo que poca gente sabe: hay tantos motivos para no ser madre como mujeres en el mundo que no lo son. Por eso, antes de tacharnos de egoístas y demás cosas que están en el ideario popular (como si querer ser madre fuera el único acto de altruísmo y generosidad y no viniese en muchos casos del egoísmo – sí, he dicho egoísmo concienzudamente, y aquí se molestará más de una o uno, no es mi intención-), llamo a la reflexión antes de juzgarnos por ese motivo.
También quiero compartir otra cosa que he descubierto y que tampoco saben muchas mujeres, y es que cualquier opción para vivir tu vida de mujer es válida. ¿A que parece de perogrullo? Si así fuera no tendríamos la losa social que nos toca soportar por no ser madres, o por serlo solteras, o por ser antinatalista, o por arrepentirte de haber tenido hijos, o por decidir que no quieres y punto…
Somos mujeres, creativas, generosas, completas, inteligentes, valientes y todos los adjetivos que queráis añadir. Y no hace falta tener un hijo para serlo.
Hoy me siento un poquito más grande, no tengo hijos, no los voy a tener y no es ninguna losa para mí.
Gracias a Emi y las mujeres del grupo, gracias”.
No es la primera vez que me sitúo aquí con la intención de escribir pero creo que por fin es el momento en el que mi vivencia, mi cabeza y mi dedos al teclado pueden coordinarse para compartir lo que para mí ha significado estar en este taller.
Llegué rota, perdida, angustiada, miraba y miraba pero no encontraba el camino, y más me angustiaba y más perdida me sentía… Me cayó una realidad sobre mi cuerpo que me dejó en shock y todo mi proyecto de vida sobre la maternidad se esfumó.
Jamás olvidaré la primera sesión, iba nerviosa, me sentía super vulnerable e iba a sentarme con otras mujeres que… ni idea… pero me asustaba enfrentarme a todo lo que ya llevaba paseando por la vida un tiempo. No fue una primera sesión fácil, pero fue la primera vez que de verdad pude conectar con el dolor que llevaba dentro y echarlo hacia afuera. Brutal sería la palabra que describiría esa primera sesión.
A partir de ahí, sentí que hice un camino de altibajos, pero andaba, eso lo tenía claro: estaba moviéndome. ¿Hacia dónde? No lo sabía, pero lo importante no era una meta sino salir de donde estaba atascada.
No tenía grandes expectativas sobre el taller, sin embargo, puedo decir con plena certeza que ha sido una cura para mi cuerpo, mi mente y mi alma. Y lo noto porque ahora puedo hablar de lo que me pasa sin que se me revuelva el estómago, como cuando digo que uso gafas, así de sencillo, es parte de mi, de mi vida, de mi cuerpo, de mi identidad. Mi esterilidad es una parte de mi y como tal convivo con ella. Puedo pasear, ver familias, amigas embarazadas y verdaderamente alegrarme por ellas, disfrutar de una tierna imagen sin pensar: ¿y yo?. Y esto es calma, una calma que sin este proceso…no se si hubiera sido capaz de encontrar.
He aprendido mucho, he crecido, me he reconstruido y me he llevado algo que jamás nadie me quitará: el recuerdo de compartir con todas vosotras. A cada una de vosotras os llevo muy dentro porque siento que me he nutrido de todas y gracias a eso puedo estar dónde y como estoy ahora: en paz.
Siempre hay opciones, la ciencia, adopción, no se si seré madre algún día, pero gracias a este grupo de super mujeres, he conocido muchas formas de estar en la vida, ni mejores, ni peores, diferentes. Todas son válidas, por supuesto todas tienen sus pros y sus contras pero todas son formas para poder ser feliz.
Gracias a todas, por acompañarme y por regalarme vuestras historias, sin vosotras no hubiera sido lo mismo.
Y gracias en especial a Emi, creo que ya… sobran las palabras….
Isabel
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Querida Isabel. Ha sido un verdadero placer ver tu proceso en este grupo tan bonito. Me siento tan orgullosa y afortunada de ser testigo de tu dolor y tu proceso de sanación que creo que soy yo la que tiene suerte con vosotras. Puedo decir viéndote qué se lo que significa realmente la “resiliencia” de la que tanto hablan los libros. Eres una mujer bella, valiente, inteligente y sensible. Gracias por este comentario tan verdadero. Besos
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