Cuando una mujer sufre  ó ha sufrido porque su útero no puede ó no ha podido engendrar a un ser humano, suceden cosas como la del pasado dia 21 de Abril, en nuestra sexta reunión del grupo de mujeres «SER MUJER Y NO SER MADRE».  Aquel órgano, que no es otra cosa que el corazón de las mujeres, ha sido maltratado por otros, odiado y maldecido por nosotras mismas, no aceptado, no valorado ni reconocido como un órgano sagrado, poderoso, sino tratado desde el ego y sin respeto.

Pues bien, ese sábado 21 de Abril, tras un ejercicio de contacto con lo más profundo de las mujeres, del contacto con nuestra intimidad, nuestro útero, nuestro maestro y sabio consejero, con aquél que sabe y conoce sobre nosotras mismas y sobre el mundo que nos rodea… cada participante, contactó con la esencia que su útero contiene, lo dibujó y desde ese lugar mágico y sagrado, escribió un legado a una niña pequeña que aún no conoce el poder que éste tiene en nosotras.

De ese legado que cada una dejó desde lo más profundo de su ser, desde su caverna más sagrada, hicimos un legado común, cogiendo de cada una de las participantes aquello que más quería resaltar y la consecuencia ha sido ésta. Este es el legado que este tercer grupo de mujeres deja a cualquier niña pequeña para que lo lleve con ella para que nunca lo olvide. ¡Qué mejor legado para cualquier niña!. El poder del útero grupal.

«Confía en ti, confía.

Dejate recibir todo lo que el mundo tiene bueno para darte.

Ama, sonríe, vuela y no tengas miedo.

Cuídalo, quiérelo y acéptalo porque siempre estará para ti con amor. Es LUZ.

Confía en tu guía interna.

Desde ahí lo puedes todo.

No necesitas SER distinta a lo que ya ERES.

Tu útero es LUZ  y PAZ.

Eres VALIOSA.