Este sábado se ha cerrado el trabajo de estas mujeres valientes que han estado durante 7 meses trabajandose, indagando, profundizando y sanando su herida con su no maternidad. Cada una de ellas ha traído una historia diferente, venía de un camino distinto y todas ellas atravesadas por el dolor de no poder ser madres.

En este maravilloso grupo de mujeres inmensamente creativas, artistas y sensibles, ha habido de todo… desde aquellas que han tejido una concha para guardar a aquellos óvulos que decidió durante el taller descongelar para mandarlos al mar, ó tejer a su muñeca verde llamada Esperanza, así como aquella otra cantautora que realiza sus propios temas ya que a través de la palabra encuentra la fuerza para poder defenderse de aquellos que la atacaron en este asunto de la no maternidad cuando más vulnerable se encontraba limpiando así heridas antiguas y enquistadas en su alma, ó esa otra preciosa mujer que tuvo la menopausia demasiado pronto sin avisarla encontrandose en schock por esta noticia, esa otra que está cansada de las terapias de reproducción asistida y necesita parar junto a su pareja para decidir conscientemente que quieren hacer… ó aquella que limpia todas las vergüenzas de su pasado franquista, cerrado, de donde vienen las mujeres de su cultura y cómo sale a flote con sus propias fuerzas e intereres por la vida, aquella otra bella mujer que decide vivir con su pareja sin tener hij@s y se da cuenta de los motivos más ó menos neuróticos por los que quería ser madre con un hombre que ya tiene una hija.

Todas ellas me parecen mujeres tan fuertes, poderosas, sabias y preciosas que después de conocer sus historias, sus vidas, de compartirse desde diferentes lados, de volcar historias de sus vidas familiares, laborales, relacionales, amorosas, etc… más ó menos dolorosas, son capaces de reconstruir su vida y escribir ahora nuevos capítulos con asuntos pasados más colocados que las ayudan a dirigirse de forma consciente hacia otros lugares igualmente válidos que nunca antes habían considerado.

Ha sido un cierre realmente maravilloso, cargado de regalos. Regalos siempre en forma de sorpresa que son los más fantásticos. Ellas nos regalan a Marta y a mí unas flores con un señor que llama a la puerta y nos las entrega. Yo las regalo una bolsa y una camiseta de NO SOY MADRE para que la usen con gusto en muchos momentos de disfrute en este verano que se acerca y cuando ya no podía haber más regalos, al final de todo… me agasajan con el último y más bonito regalo que me han hecho jamás. Un cuento…. un cuento sobre mi trabajo, sobre su proceso, con unas ilustraciones preciosas y lleno de ingenio. ¡Que maravilla!. No he podido dejar de emocionarme desde entonces y cada vez que lo recuerdo y lo veo.

Cuando un grupo de mujeres acaba así me doy cuenta de lo importante que es el trabajo que realizo y lo necesario que es. A veces dudo si seguir haciendolo, pocas pero en alguna ocasión lo pensé. Siempre es bueno cuestionarse. Les pregunté y me dijeron que sin duda tenia que seguir acompañando a mujeres en estos procesos. Las haré caso porque son muy sabias, las escucho mucho y de si sirve ó no saben más que yo.

Os agradezco la entrega, la creatividad, la música y la guitarra que nos ha acompañado en varios talleres, la confianza y vuestro buen trabajo. Gracias por cantar conmigo.

Laura, Elisabeth, Angela, Bibi, Patricia y Diana os llevo en mi corazón, ¡os quiero y respeto y os deseo el mejor de los caminos!. Me alegro de haber formado parte de él aunque sea un rato.